lunes, 5 de mayo de 2008

Dudas

¿Qué destino tengo sino el de pudrirme, el de abandonarme en el placer del sueño eterno, el de perderme entre tantas lápidas panteoneras?
¿Qué sigue ahora?
¿Qué sigue después de haber amado y de haber olvidado, de haber tenido y de haber perdido, después de reír y de llorar, de gritar y de callarme?
¿Quién va a venir a avisarme que he muerto?
¿Quién sino tú?
¿Cuál sino tu lluvia en exceso va a venir a inundar mi casa, va a subir la marea y a voltear mi lancha?
Que alguien encienda mi sol.
Que alguien desmienta mi muerte.
Que alguien se digne a verme.

No hay comentarios: